Incluso tus Defectos pueden Darle Gloria a Dios

Incluso tus Defectos pueden Darle Gloria a Dios

«¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien». — Salmo 139:14 (NTV)

Todos hemos pasado por momentos en los que nos sentimos heridos y necesitamos una verdad profunda que nos consuele. En esos momentos, no basta con decirle a alguien que ore, lea la Biblia o asista a la iglesia. Necesitamos algo más: una comprensión de cómo podemos cambiar nuestras vidas.

La transformación personal comienza con el entendimiento de nuestra identidad. No puedes llegar a ser todo lo que Dios quiere que seas hasta que abraces tu identidad completamente. Tú eres maravillosamente complejo, como lo dice el Salmo 139:14. Para cumplir con el propósito de Dios, necesitas mirar todas las dimensiones de tu vida y entender los factores que influyen en tu identidad. Al hacerlo, podrás hacer lo mejor con lo que se te ha dado.

Entendiendo tu Complejidad

Imagina que tu vida es un juego de cartas. No elegiste tus cartas, ni las barajaste. Solo puedes jugar con la mano que te tocó. El primer factor que te define es tu química. Esto incluye tu ADN, tus genes, tus hormonas, y tu constitución química. Tal vez naciste con una sensibilidad especial, o con una gran tolerancia al dolor. Quizás tienes poca energía, o rebosas de vitalidad. Puede que tus huesos sean frágiles, o tu visión sea débil. Todos estos aspectos forman parte de quién eres.

No todos los defectos son vergonzosos o pecaminosos. ¡Es la forma en que Dios te creó! Piensa en unos jeans desgastados que compraste, con una etiqueta que decía: «Estos jeans tienen marcas intencionales para hacerlos únicos». Tus «genes» son similares: tienen defectos que te hacen único. Esas marcas son parte de tu diseño personalizado, planeado por Dios para Su propósito y gloria.

Aceptando tus Defectos

Nunca serás capaz de hacer un cambio en tu vida o cumplir el propósito de Dios hasta que aceptes que eres maravillosamente complejo y con marcas únicas para la gloria de Dios. Dios no hace errores; pero puede tomar cada uno de ellos y hacer algo maravilloso de tu vida.

La pregunta es: ¿Qué vas a hacer con la mano que te tocó?

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cuáles son las marcas que te hacen único?
    Piensa en tus peculiaridades y características únicas. ¿Cómo te diferencian de los demás?
  • ¿Cómo puedes usar esos defectos para darle gloria a Dios?
    Considera cómo puedes utilizar tus debilidades y desafíos para mostrar la grandeza de Dios en tu vida.
  • ¿Cómo funciona la sociedad con la contradicción de la verdad de que tus defectos tienen un propósito?
    Reflexiona sobre cómo la sociedad a menudo valora la perfección y la fuerza, mientras que Dios ve propósito en nuestras imperfecciones.

 
Para más novedades puedes visitar nuestra sección de Un Minuto Positivo
 

Comentarios

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *